Tras tres años y medio en el Sevilla FC, Ivan Rakitic deja el Ramón Sánchez Pizjuán, un estadio en el que se ha consolidado como uno de los mejores futbolistas del momento. Rakitic se marcha al Camp Nou después de haber disputado 11.099 minutos en 149 partidos oficiales, con 32 goles. 15 de esos tantos los ha logrado en esta temporada, sin duda la mejor de su carrera deportiva, en la que luciendo el brazalete de capitán ha liderado al equipo de Nervión en la histórica conquista de su tercera Europa League.
Con un talento excepcional, versátil y con mucho gol, Rakitic llegó al Sevilla FC en el mercado invernal de la temporada 10/11. Aterrizó de pie, cuajando una segunda vuelta excepcional y determinante para meter al equipo en UEFA, que sin embargo tuvo un desenlace fatal con una delicada lesión en Almería, que le mantuvo fuera de juego durante varios meses. Esa lesión, de hecho, no le dejó tranquilo durante gran parte de la campaña 11/12, en la que pese a jugar 36 partidos, no marcó un solo gol ni brilló como en su primera temporada.
El verano de 2012 resultó revitalizador. Pese a los muchos rumores que hubo en torno a una posible salida, Rakitic apostó por continuar en el Sevilla, decidido a triunfar en Nervión de forma definitiva. Y lo logró, con una gran campaña, jugando en la 12/13 42 encuentros y marcando 11 goles en Liga. Junto a Negredo y Navas se convirtió en uno de los líderes del equipo y con la marcha de ambos asumió la capitanía en la 13/14, con 25 años repletos de madurez y fútbol. Lo mejor estaba por llegar.
Con el brazalete dio un paso adelante más. Rakitic se convirtió en el jefe indiscutible, jugando y haciendo jugar, marcando goles como si fuera un delantero y robando balones como si fuera un centrocampista de contención. Gracias a su versatilidad y a un sensacional estado de gracia, Rakitic abarcó mucho más de lo normal, siendo fundamental sobre todo en los titubeantes primeros meses de la temporada, cuando el equipo no terminaba de arrancar. El magisterio de su fútbol y su carácter ganador contagió al resto de sus compañeros, forjándose al abrigo del croata un conjunto que unió a su calidad y juventud, un espíritu competitivo y de superación que le llevó a superar todas las expectativas, conquistando la Europa League el 14 de mayo en Turín.
Según como se mire, tres años y medio puede ser mucho o poco tiempo, pero para Ivan Rakitic fue suficiente para dejar una huella indeleble en el corazón de Nervión. Llegó siendo un niño y se marcha como un líder, un capitán imprescindible para entender la historia moderna del Sevilla FC, pues sobre su exquisita y sacrificada naturaleza se construyó un equipo campeón, después de varios años de anodina trayectoria deportiva.
Ivan Rakitic ha mostrado su deseo de despedirse del sevillismo una vez que pase el Mundial. (www.sevillafc.es)
