Beto regresó poco más de un mes después de su lesión en la primera
jornada a los terrenos de juego. Lo hizo con un partido de altura, ante
un rival al que le sobra la pólvora como la Real. Sin embargo, el meta
portugués respondió con creces y, sobre todo, realizó una intervención
providencial ante un peligroso remate de Zaldúa en el arranque de la
segunda mitad. No será eso, en cambio, lo que seguramente recuerde el
portugués de este choque cuando pase un tiempo, sino más bien que se
estrenó luciendo el brazalete de capitán, después de que Reyes fuera
sustituido. Fueron apenas 20 minutos en los que el internacional
portugués mostró ese liderezgo que suele transmitir, independientemente
de llevar o no el brazalete. Lo que sí llamó la atención fue que viera
una amarilla por dirigirse al colegiado Mateu Lahoz, con el juego
parado, para protestar una acción anterior, habida cuenta que el capitán
es precisamente el jugador que está autorizado a hablar con el árbitro. (www.sevillafc.es)