Destacar el papel de la afición es algo que va en el parque de
respuestas clásicas que tienen que dar los profesionales cuando termina
un partido, un lugar común de los muchos que envuelven y manejan el
mundo del fútbol. Pero las palabras de Unai en la rueda de prensa
posterior al partido subrayando la tremenda sinergia que percibió entre
grada y equipo durante todo el encuentro ante el Feyenoord tenían
bastante significado, porque el espectáculo que se vivió en las gradas
fue tan vibrante como el que los jugadores del Sevilla propusieron sobre
el césped.
Ya en los partidos ante el Valencia y el Getafe, el ambiente en el
Sánchez Pizjuán, impulsado por los Biris en Gol Norte, había sido
fantástico, pero ante el Feyenoord llegó la matrícula de honor. La
puesta en escena fue sensacional, con el despliegue de una serie de
pancartas alusivas a los momentos más importantes en la andadura del
Sevilla FC durante la pasada Europa League. Pero sobre todo destacó el
rugir de un estadio que por momentos cantó al unísono, cuando Gol Norte
animaba a que así lo hicieran las otras partes del campo. Incluso
Preferencia, la zona por lo general más calmada, se animo a hacerle el
juego al sector más ruidoso de la afición de Nervion. El himno del
Centenario a toda pasión fue el colofón sonoro a un encuentro en el que
la afición puso sin duda su granito de arena para lanzar a sus
futbolistas hacia el triunfo. (www.sevillafc.es)